Que no nos engañen por LUCÍA ETXEBARRIA, art. La Vanguardia

Este artículo me ha llegado por email y por la realidad del mismo, y su elocuente exposición me ha parecido interesante compartirlo con vosotros. He añadido al artículo mis propias opiniones al respecto por lo que si tu también has leído o recibido el citado artículo, notarás que es algo diferente.

Sábado por la noche. Me pillé la mano con la puerta de la cocina (soy muy propensa a los accidentes domésticos: soy sagitario y no tengo “conciencia de pericuerpo”). Me presenté sola en el hospital de Sant Pau porque mi compañero se quedaba a cuidar de mi hija. Me pasaron a la sala de espera. Allí había una niña, venga a llorar. Le pregunté su edad. Tenía 18 años, estudiaba en Barcelona, tenía una otitis. Llevaba dos horas allí. Su familia estaba en Girona. Yo sé que las otitis duelen muchísimo, he pasado alguna. Pero creo que también lloraba porque estaba asustada y sola. Me presenté antela enfermera. Le dije que por favor le dieran un calmante a esa chica. Me dijo que como enfermera ella no podía administrar nada sin autorización del médico.

“¿Y dónde está el médico?”.

“Ocupado, y aún puede tardar horas”. Y luego me miró: “Tú eres escritora, ¿no? Escríbelo. Cuenta cómo está la situación”. Y eso he decidido hacer.

Vamos a aclarar las cosas. No están haciendo recortes en sanidad porque la cosa esté así de mal, sino porque la sanidad es un gran negocio, y si se privatiza, al estilo de Estados Unidos, muchos se van a hacer multimillonarios. Es mas que curioso que mientras en Estados Unidos tienden hacia nuestro sistema nosotros estemos dirigiéndonos al suyo.

Se podría recortar de muchas otras partidas.

Los toros se subvencionan: las fiestas taurinas nos cuestan 564 millones al año en subvenciones. No entraré en la discusión de si el maltrato animal puede ser considerado arte.

Los clubes de fútbol también, de forma indirecta. Deben 750 millones a Hacienda y 11 millones ala Seguridad Social. De hecho, la UE ya ha propuesto investigar al fútbol español por presuntas ayudas del Estado. Sin embargo si la selección española gana la Eurocopa, tan en boga en estos momentos siguiendo la teoría romana del Pan y Circo, los jugadores cobrarán una prima igual a la de Alemania, que para eso no somos pobres.

Se podría eliminar los sueldos y pensiones vitalicias y prohibir por ley que los expresidentes cobren de la empresa privada a la vez que disfrutan de su pensión vitalicia: González y Aznar siguen sin renunciar al sueldo de 80.000 € mientras reciben altas retribuciones de Gas Natural y Endesa, por ejemplo. Zapatero es consejero.

Se podría prohibir que un político cobre del Estado y de la empresa privada: Acebes cobra del Congreso y de Iberdrola, por ejemplo, por no hablar que se oye su nombre para la nueva y nacionalizada Bankia.

Se podría recortar sueldos de cargos políticos. Si un ciudadano tiene que cotizar 35 años para percibir una jubilación, no veo por qué los diputados lo hacen a los siete, ni por qué no tributan un tercio de su sueldo del IRPF, como hacemos los demás.

En otro artículo anterior os hablaba del ingente número de políticos que tenemos y mas si los comparamos con otros gobiernos europeos y no europeos. Si recortamos el número de políticos, seguramente no habría que recortar tanto a los funcionarios.

El Estado financia también a partidos políticos y sindicatos. Esto quiere decir que hagan o no su trabajo, y lo hagan bien o mal, van a seguir cobrando. Si se eliminase esta financiación y tuvieran que autofinanciarse como pasa por ejemplo en Estados Unidos o la mayoría de Europa, seguramente trataran de hacer las cosas mejor para poder cobrar. Si un sindicato tuviera que financiarse con las cuotas sindicales únicamente, lucharía realmente por los trabajadores, para conseguir que estos se afiliasen. Es algo de pura lógica.

Se podría endurecer las penas contra el fraude fiscal. El 72% de este fraude proviene de las grandes empresas que facturan más de 150 millones de euros al año, y de la banca. Ahorraríamos 90.000 millones de euros. Somos el país que menos inspectores de Hacienda tiene.

Se podría eliminar el concordato con el Vaticano. El ahorro final estaría entre los 6.000 y los 10.000 millones de euros. Jesús predicaba la pobreza, y la Iglesia se debe mantener mediante las aportaciones de los fieles, como ya dijo el propio san Pablo.

Esa niña que lloraba en urgencias podría ser su hija. Peor aún, usted podría padecer leucemia. Y si la padeciera, un seguro privado no le ayudaría, porque los mejores especialistas están en la Seguridad Social. Lo sé porque se trata de una enfermedad que he vivido de cerca.

Usted que me lee: tome conciencia, por favor.

El fútbol es un negocio. Los toros, una tortura. Los gastos del Congreso, un lujo innecesario. Las pensiones vitalicias, una enorme falta de ética. La fe es una opción.

Pero la salud, la educación y el trabajo son un derecho.

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