Una parte de los medicamentos caducados o que ya no necesitamos acaba en el cubo de la basura o en el desagüe. No todos somos conscientes de las repercusiones que estos actos conllevan. Los medicamentos son productos que contienen sustancias que pueden dañar el medio ambiente y los ecosistemas cuando se vierten de manera incontrolada. Según los estudios de la Agencia Europea de Protección del Medio Ambiente, esta contaminación todavía no tiene efectos negativos en las personas. Por eso, ahora es el momento de tomar las medidas de precaución que eviten males mayores en el futuro.
En nuestras manos está reciclarlos debidamente llevándolos al lugar adecuado, el punto SIGRE, un contenedor blanco situado para este propósito en las farmacias. Éste es el primer paso de un proceso de reciclado que tiene como punto final la incineradora, una vez que se hayan separado los materiales reciclables: el vidrio, el papel, el plástico y el cartón.
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El punto SIGRE, un signo distintivo
España es el único país que marca los envases de los fármacos con un símbolo distintivo, el punto SIGRE, para indicar que están sujetos a las normativas europeas y españolas cuya finalidad es que los residuos de medicamentos junto con sus envases reciban un tratamiento medioambiental adecuado.
Los Estados miembros de la Unión Europea garantizan unos sistemas adecuados de recogida de residuos de medicamentos para favorecer la protección del medio ambiente. La ley también prevé que sólo se autoricen los productos que hayan pasado una evaluación del riesgo ambiental de todas las fases de su ciclo de vida (fabricación, uso, eliminación, etc.).
Presentaciones infladas
Aparte del uso racional y la reducción del embalaje innecesario, existe otro campo de acción que se refiere a la incorrecta presentación de las dosis en algunos medicamentos.
Dicho de otro modo, algunas presentaciones de medicamentos no están adaptadas al tratamiento estándar, o bien ofrecen demasiadas unidades, y la consecuencia es que hay que tirar lo sobrante, medicamento y envase. O bien, sucede lo contrario. En algunas cajas el número de dosis es demasiado pequeño y es necesario comprar otro envase para completar el tratamiento. Un segundo envase que se quedará a medias y sin ser utilizado para el tratamiento prescrito.
En resumen, si ha comprado uno de estos envases de medicamentos habrá gastado más dinero del necesario y habrá generado unos residuos que se podían haber evitado y que, además, deberán ser gestionados.
Hemos preguntado a algunos farmacéuticos por los medicamentos que con más frecuencia se suelen dejar en el punto SIGRE. Coinciden en señalar que se encuentran con envases con fallos de diseño. Los médicos y farmacéuticos conocen el mal diseño de algunos medicamentos y también muchos consumidores, pero es la Administración, aprobando, por ejemplo, un sistema de dispensación individual (que ya existe en otros países), y las empresas farmacéuticas quienes tienen capacidad de solucionar esta situación.
Compre sólo lo que necesite
- Compre sólo el medicamento que vaya a necesitar y pida el tamaño más adecuado para su tratamiento, que no siempre es el más grande.
- No almacene medicamentos en casa, corre el riesgo de que se produzcan accidentes domésticos. Basta con tener en su botiquín los medicamentos para una urgencia o los necesarios para un tratamiento crónico.
- Siga las pautas de medicación y no abandone el tratamiento antes de tiempo.
- Revise regularmente su botiquín.
- Todos los restos de medicamentos caducados o no utilizados y sus envases deben llevarse al punto SIGRE de la farmacia. Si no está a la vista, pregúntele al farmacéutico.
- Cajas de cartón y otros envases de medicamentos (viales, ampollas, «blisters», sobres, etc.), con o sin restos, deben llevarse al punto SIGRE. Nunca deben tirarse a los contenedores azules del papel, amarillos de los envases o verdes del vidrio.
- No eche en un punto SIGRE termómetros, prótesis, gafas, radiografías, agujas o restos de componentes químicos.
El mejor residuo es el que no se produce
Los riesgos ambientales se pueden solucionar asegurando una gestión adecuada de los residuos en todos los países; desarrollando estrategias de prevención para envases y productos, y mejorando el tratamiento en las depuradoras. Para ello, es necesario que:
- Los laboratorios farmacéuticos adecuen la forma de presentación de los medicamentos a los tratamientos más comunes. Otra solución puede ser que se establezca la dispensación unitaria de los medicamentos en la farmacia.
- Se generalicen medidas de prevención, como la reducción de envases en todas las presentaciones.
- Las plantas depuradoras mejoren su eficiencia en la eliminación de estos residuos, y se eviten problemas como los que ha suscitado la reciente información sobre la planta de residuos gallega.
- Por último, el consumidor asuma su propia responsabilidad y evite hacer un consumo innecesario de medicamentos.
Fuente: Ocu