La investigación ha demostrado las mejoras en la atención en cuanto a tiempo de reacción secuencial y como en memoria declarativa, mientras que no ha puesto de manifiesto ningún cambio significativo en el estado subjetivo de las personas.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores evaluaron los efectos del consumo en dosis bajas de cafeína y dosis elevadas de glucosa en 72 personas a las que se suministró en ayunas y por grupos agua a solas; agua con cafeína; agua con glucosa, y agua con cafeína y glucosa.
Con esto, pudieron evaluar los efectos sobre los parámetros como la atención, la habilidad manual, las funciones visuales, espaciales y frontales y la memoria, ya que hasta ahora ninguna investigación había abordado las características de las bebidas refrescantes.
Los estudios realizados hasta ahora habían puesto de manifiesto los efectos de la cafeína sobre el comportamiento y la cognición humana. De hecho, se sabía que ésta tiene efectos beneficiosos en las tareas de atención sostenida y en el tiempo de reacción, así como su efecto sobre la reducción de la fatiga y el incremento del estado de alerta.