Sorpresa en la Puerta del Sol, sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Juan José Güemes, consejero de Sanidad, abandona el Gobierno de la Comunidad por «razones personales». Javier Fernández Lasquetty, hasta ahora consejero de Inmigración y nuevo ‘hombre fuerte’ de la presidenta, le va a sustituir.
«Nos entristece su decisión, pero le deseamos toda clase de éxito», ha dicho la presidenta regional, Esperanza Aguirre, en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno.
«Ha estado junto a mi durante siete años. He anudado con él una amistad y le tengo un enorme aprecio«, ha añadido Aguirre que ha dado «las gracias» a Güemes por su trabajo. «Me gustaría que transmita a Andrea -su mujer- y sus tres hijos la enhorabuena; le van a ver más y van a estar más tiempo junto a él», ha afirmado la presidenta.
Aguirre explicó que la Consejería de Inmigración y Cooperación, de donde sale el sustituto de Güemes, quedará fusionada con la de Empleo y Mujer en una nueva que se denominará de Empleo, Mujer e Inmigración.
Para el cargo como secretario de Comunicación del PP de Madrid, al que también renunció Juan José Güemes, Esperanza Aguirre propondrá a la actual consejera de Educación, Lucía Figar.
En su escaño en la Asamblea de Madrid, Güemes será sustituido por el siguiente en la lista.
‘Un orgullo’
«Ha sido un orgullo trabajar en el Gobierno de Esperanza Aguirre», ha destacado el consejero, que será nuevo presidente del Centro Internacional de Gestión Emprendedora de IE Business School. «Hace semanas que me llegó la oferta», ha dicho Güemes, que comunicó la semana pasada su decisión a Aguirre.
Güemes se ha declado «muy honrado» de haber pertenecido «al mejor Gobierno que hay en España».
«Me voy al sector privado, a un proyecto apasionante, a un instituto de prestigio internacional (en alusión al Instituto de Empresa), donde voy a aprovechar para desarrollar mi actividad, cumplir con mi vocación, que es enseñar, y a completar mi formación», ha añadido Güemes, que ha indicado que se va de forma «voluntaria».
Ha agradecido la confianza que ha tenido en él Aguirre, quien ante la prensa le ha cogido de la mano mientras le sonreía.
Asimismo, ha negado marcharse de la política por un eventual desgaste por las críticas cosechadas durante su gestión, sobre todo por parte de los sindicatos.
Por su parte, Esperanza Aguirre ha elogiado la «eficacia, tacto y simpatía» con las que Güemes ha desarrollado su gestión y ha subrayado que nunca le ha defraudado. «Respetamos su decisión. Le deseo toda clase de éxitos en su vida privada. Tal vez en el futuro nos vuelva a sorprender (con su regreso a la vida pública) dada su vocación política fuerte», ha dicho la presidenta.
De diez a nueve consejerías
El lunes próximo se producirá la toma de posesión de Fernández-Lasquetty, mientras que Paloma Adrados añadirá a sus competencias de Empleo y Mujer las de Inmigración, en una única consejería.
Una circunstancia -ha agregado Aguirre- que permite reducir el número de consejerías de su Gobierno, que a partir de ahora serán nueve.
Al término de la rueda de prensa posaron para los fotógrafos Aguirre, el vicepresidente Ignacio González, Güemes, Adrados y Fernández-Lasquetty, en el patio de la Real Casa de Correos, sede del Ejecutivo autonómico.
Por su parte, la consejera de Educación, Lucía Figar, asumirá la Secretaría de Comunicación en el PP madrileño que hasta ahora ejercía Güemes, si la Ejecutiva del partido acepta la propuesta que le hará Aguirre.
Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Complutense, ‘ratista’ y yerno de Carlos Fabra, el ‘jefe’ del PP de Castellón, Güemes entró en el partido allá por el 93. Le llamaron para incorporarse a la asesoría parlamentaria del PP en el Congreso. Por entonces era simpatizante, no militante.
Su eficencia hizo que Rodrigo Rato lo llamara a filas en el 96. Se convirtió en uno de sus más fieles asesores. Seis años más tarde le dio la secretaría general de Turismo, desde la que el madrileño impulsó numerosos proyectos. Su salto al equipo de Aguirre fue el 11 de marzo de 2003, cuando tras las repetidas elecciones de noviembre, fue nombrado consejero de Empleo y Mujer, una cartera de bajo perfil.
Tras ganarse la confianza de la presidenta, saltó en 2006 a Sanidad, la ‘tumba’ de Manuel Lamela, donde fue el responsable de las construcción de ocho nuevos hospitales y soportó las críticas de sindicatos y empleados de los centros médicos por la «privatización» de la Sanidad.