La Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) reclamó a la Generalitat la aprobación «urgente» de un decreto regulador de la medicina estética, ante el aumento de demanda de tratamientos, especialmente en primavera, y el intrusismo de personal no médico que ejecuta dichas intervenciones.
La SEME, con el apoyo de diversas asociaciones, solicitó a la Conselleria de Salud «que asuma su responsabilidad y apruebe cuanto antes el Decreto que regulará sus actividades y que lleva esperando su aprobación más de cuatro años».
La muerte, en febrero de 2002, de Débora Catalán, tras ser intervenida por una liposucción, hizo saltar la alarma sobre la necesidad de regulación del sector de la Cirugía Estética. Se calcula que más del 20% de los tratamientos estéticos se realizan por personal no médico en centros que no reúnen las condiciones que marca la normativa actual.