Tal vez tengamos que apretarnos el cinturón dos o tres agujeros más, tal vez; lo que sí tengo claro es que nosotros, los EEPP, deberíamos hacerlo en penúltimo lugar, no en el 1º. En último los pensionistas.

El gasto superfluo, el despilfarro de las arcas públicas, las comidas, las cenas, las fiestas, los coches oficiales, los miles y miles de puestos de confianza, el cupo vasco, los traductores del Senado, el mismo Senado, los empleados públicos a dedo, los viajes de 100 km para llevar dos pilas de laringo, los miles de avisos realizados que ni son urgentes ni emergentes ni normales, los gastos de representación, los viajes, la sanidad universal (pagada por unos pocos)… ¿Todo a costa de funcionarios y pensionistas?

Me temo que estamos al principio del tijeretazo; en un país en el que el tesoro público no es de nadie y se evapora a ritmo de central nuclear no van a valer unas medidas que sólo taponan «chisperos» de una cañería. Vendrán más medidas, al tiempo…

Insisto, tal vez, pero no en primer lugar y de manera tan brutal. ¿Se conformarán la alemana, el francés, el yanqui y el chino con el taponcito en el chispero? Me temo que no.

Ni Empleados Públicos ni Pensionistas somos los culpables del desastre económico. Busquen en La Moncloa y en el Consejo de Ministros, seguro que los encuentran.

😐