Un informe del servicio médico del aeropuerto de Barajas revela una decena de errores cometidos por AENA en la activación del Plan de Emergencias tras el accidente del avión de Spanair. Demora en los avisos, cambios constantes de los puntos de encuentro, retrasos de dos horas en la llegada de los carros de emergencia con el material a la «zona cero», carecer del equipo adecuado, falta de formación en emergencias del médico de AENA…
El texto ha sido enviado a los responsables de la sociedad que, según fuentes de la propia empresa, lo están estudiando para conocer cuáles fueron los puntos que pudieron fallar la fatídica tarde del 20 de agosto. El documento recoge el retraso de Barajas en dar la voz de alarma sobre lo sucedido y remarca que tuvo que ser una llamada exterior (del Samur) quien avisara a los servicios médicos del aeropuerto de un «posible» accidente aéreo.Pincha en Leer más… para leer el resto del artículo.
El informe detalla que, tras recibir el aviso del Samur, el servicio médico contactó con el Centro de Gestión Aeroportuaria (CGA), que confirmó «lo que parece ser una salida de pista», aunque todavía optó por no activar el Plan de Emergencias aeroportuarias. Pasaron diez minutos, según fuentes que intervinieron en la operación, hasta que Barajas puso en marcha el plan. Por este motivo, los médicos reclaman una mayor agilidad de AENA en activar el Plan de Emergencias. El documento lamenta que los puntos de encuentro -lugar al que acuden los servicios de emergencia para desplazarse en bloque hasta la «zona cero»- fueron cambiados varias veces: primero son trasladados hasta el edificio satélite de la T4, después al edificio principal de la terminal, con la intención de llevarlos junto al colegio Alamán, donde no llegan a ir, ya que en ese momento un vehículo «follow» (que en un principio los conducía «en dirección contraria») los llevó a través de las pistas al lugar del siniestro. Todo este tiempo de demora ocasionó, según el informe, que las UVI del aeropuerto llegasen a la zona donde se estrelló el vuelo JK-5022 al mismo tiempo que los Bomberos de la Comunidad de Madrid y el Samur. Además, lamentan en el escrito que durante todos los trabajos de auxilio «nadie del CGA se preocupó de contactar con el personal sanitario y saber de su situación y necesidades» reales. Carros de emergencia Al llegar a la zona, los servicios médicos de Barajas lamentan, a través del informe, que la zonificación del lugar del siniestro no estuviera hecha. El informe es especialmente duro con la actuación de los carros de emergencia, los cuales portaban todo el material médico necesario para este tipo de catástrofes. El texto confirma lo publicado por ABC y destaca que estos vehículos llegaron dos horas tarde al lugar del siniestro y que, encima, lo hicieron sin las llaves de la despensa, lo que obligó a los Bomberos a «romper con una zizalla los sistemas de cierre». El retraso de estos equipos obligó a los servicios médicos a desarrollar la labor de evacuación con material de las UVI -«en el proceso se perdieron camillas y tableros espinales»- y, además, sin equipos de protección individual adecuados para la acción que desarrollaban. Fuentes de AENA confirman que sus médicos tuvieron que actuar con unos guantes quirúrgicos que se les quemaban nada más tocar zonas quemadas. A varios médicos, además, se les quemaron las zapatillas al no llevar calzado adecuado para este tipo de situaciones. Otro ejemplo de la mala previsión, cita el informe, fue la ausencia de unas tiendas de campaña donde colocar a los pacientes: «Fueron situados en lugar seguro -apunta-, pero sin techo que los cubriese del sol». Los facultativos del aeropuerto comentan también en el informe la «no formación» en materia de emergencias del médico de AENA que, «ante la magnitud del desastre, permitió que el resto del equipo organizase su labor». El documento en poder del aeropuerto lamenta la poca organización en la llegada de los apoyos externos, ya que la masiva llegada de estos vehículos (Bomberos, ambulancias…) «bloquearon» la evacuación de los heridos hacia los diferentes hospitales de la capital. Por último, el texto denuncia el escaso control de entrada en la zona del impacto. «Llegó a andar por la zona un cura, con la sana intención de asistir a los heridos graves o fallecidos, pero no era su sitio». Además, el informe también denuncia el «exceso de morbo» en algunos de los participantes, «ya que no se entiende qué hacían dotaciones en exceso para dar cobertura a la actuación de los Bomberos en sus últimas labores de rescate de cadáveres». MIGUEL OLIVER MADRID 7-9-2008 12:09:30 ABC |